¿POR QUÉ MAL@ DE LOS NERVIOS?
Todo el mundo hemos conocido en algún momento de nuestra vida a alguien que esté ‘’malo de los nervios’’. Quizás fuera nuestra vecina, nuestro abuelo, algún tío o tía, o incluso nosotros y nosotras mismas. Es algo que, sin darnos cuenta (como con tantas otras cosas) ha pasado a ser un concepto cotidiano, configurándose como una de esas iconografías presentes en nuestro día a día.
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Cuando hablamos de ello, no tratamos el tema desde el miedo, desde el desdén, desde el rechazo a lo desconocido. Nadie apartaría o trataría mal al tío Juan por estar malo de los nervios. Todo lo contrario: nos mostraríamos en una actitud comprensiva, conciliadora y calmada.
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Es ese el cristal que configura la filosofía básica de la muestra y de todo nuestro proyecto: el entender la enfermedad mental como algo natural, sin drama (al menos sin más drama con el que contemplamos cualquier otro tipo de enfermedad física). El entender que ninguno de nosotros está exento de sufrir alguna, y que no todas se manifiestan de forma gravosa. Que un estado de estrés continuo dilatado en el tiempo es también un estado de malestar mental, que periodos de tristeza continuada pueden derivar en una depresión y todos somos susceptibles de caer en un momento dado en ella.
Quizás ese mal de nervios del que sufre el tío Juan esconda en el fondo una depresión, o algún tipo de trastorno relacionado con la ansiedad. Entonces, ¿si no le apartamos, si no le damos la espalda, por qué si lo hacemos con el resto de personas que sufren cualquier otro tipo de enfermedad mental?
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Mala de los nervios nace para romper tabúes, romper miedos: no somos personas a las que haya que alejar de la sociedad, ni tampoco personas a las que dirigirse desde una actitud paternalista. Somos personas, Personas que lo único que piden es ser tratadas con normalidad, desde una posición comprensiva y libre de prejuicios. Porque, ¿quién sabe si el día de mañana, es tu abuela Puri, tu tía Margarita o tú mismo quien se ponga ‘’mal@ de los nervios’’?